4 momentos en los que su hijo puede necesitar atención pediátrica urgente


Tener hijos proporciona una gran fuente de felicidad para las personas, pero hay momentos en que puede ser estresante. En sus edades tempranas, los niños corren el riesgo de sufrir diversas enfermedades, así como tropiezos y caídas, ya que se vuelven cada vez más curiosos. La mayoría de las veces, no hay nada de qué preocuparse, pero siempre es útil saber cuándo y dónde puede encontrar atención pediátrica urgente.

Cuatro momentos en los que su hijo puede necesitar atención pediátrica urgente

Aquí hay algunas situaciones en las que debe prestar especial atención a cómo se comporta su hijo.

Infecciones de oído

Los niños de todas las edades sufren infecciones de oído y los síntomas a menudo aparecen repentinamente. Si su hijo parece estar favoreciendo uno de sus oídos o está muy irritable, es posible que tenga mucho dolor. Te recomendamos que, si sospechas que es así, llames inmediatamente a tu pediatra. Si el problema ocurre fuera del horario de atención, busque una clínica especializada en atención de urgencia.

Sospecha de huesos rotos

Cuanto más grandes se hacen los niños, más quieren explorar y jugar. Este es un momento emocionante para ellos, pero a menudo no tienen una conciencia real del mundo que los rodea. Cuando éramos niños, todos hicimos algo tonto y como resultado terminamos lastimados. La mayoría de las veces, un poco de amor maternal y una curita fue todo lo que necesitó para lograr una rápida recuperación.

Sin embargo, si su hijo tiene un dolor evidente después de una caída o una lesión relacionada con el deporte, entonces es importante que lo revisen de inmediato. Puede ser que solo se trate de un esguince, pero, en algunas ocasiones, puede tratarse de una fractura más severa o incluso de una rotura.

La buena noticia es que con atención inmediata, no debería haber daños duraderos.

quemaduras

Uno de los otros riesgos asociados con la naturaleza inquisitiva de un niño son las quemaduras. Las manos y los dedos a menudo van donde no deberían, lo que puede resultar en una sorpresa desagradable para el niño.

Las quemaduras leves se pueden tratar fácilmente en el hogar, pero las quemaduras más graves deberán tratarse rápidamente para que la quemadura se pueda tratar y cubrir adecuadamente.

tos y fiebre

Estas dos cosas son una señal de que el sistema inmunitario está tratando de deshacerse de las sustancias que no quiere en el cuerpo. Por lo general, esta es una reacción muy normal, pero, con los niños, tenemos que prestar especial atención.

Los niños pequeños tienen la costumbre de tratar de comer de todo, y la tos puede ser un signo de obstrucción. También podría ser que su hijo tenga una alergia o una infección de garganta. De cualquier manera, recomendaríamos un tratamiento rápido si su hijo muestra muchas molestias y no responde a la atención conservadora.

En el caso de la fiebre, si aparece de repente, puede valer la pena buscar atención médica urgente. Este es especialmente el caso si se trata de una fiebre alta. En esta situación, no debe dudar en buscar tratamiento.

Tranquilidad, en cualquier momento

Los ejemplos anteriores son solo una muestra de las condiciones que deben abordarse rápidamente. Si su hijo tiene una incomodidad obvia o parece estar en estado de shock, es tranquilizador saber que hay alguien allí para ayudarlo en cualquier momento del día.