No es ningún secreto que la mayoría de los niños odian ir al dentista. Los padres rogarán, suplicarán y prometerán para que sus hijos se comporten sin éxito. La odontología de sedación se ha convertido en una opción popular para ayudar a los niños a lidiar con la ansiedad y el estrés de trabajar en sus dientes. Pero existen preocupaciones cuando se trata de estos procedimientos, y conocer el procedimiento puede ayudar a aliviar las ansiedades de los padres y sus hijos.
Bear Creek Dental ofrece tres tipos de sedación: sedantes orales, óxido nitroso y sedación intravenosa. Cada uno se usa para diferentes procedimientos y cada uno tiene sus beneficios, pero ¿qué tan seguros son?
Sedación Oral
La sedación oral permite que el niño se calme y se relaje mientras aún puede interactuar con el dentista. Una forma común de sedante oral es el valium (diazepam). Debe tomarse antes del procedimiento y se dosificará de acuerdo con la edad y el peso del niño. Los efectos secundarios incluyen mareos, somnolencia, boca seca o malestar estomacal. La sedación oral es un sedante suave y es una opción muy segura tanto para pacientes como para dentistas.
Sedación nitrosa
El óxido nitroso, también conocido como gas de la risa, se ha utilizado en odontología durante más de 100 años. Es un sedante suave que no tiene efectos negativos en el corazón, el hígado, los riñones, los pulmones o el cerebro. Se le conoce como gas de la risa porque puede hacer que el paciente se sienta mareado y relajado. Los efectos desaparecen solo unos minutos después de quitarse la máscara. Esta es una de las formas de sedantes más comúnmente utilizadas porque el niño aún puede responder al dentista y sentirse relajado durante procedimientos como empastes de caries y extracciones. El óxido nitroso reduce el dolor, por lo que incluso si el niño necesita anestesia local, las inyecciones se sentirán muy leves.
Sedación Intravenosa
La sedación intravenosa se administra a través de una vía intravenosa por dentistas altamente capacitados. Este procedimiento es de acción rápida y es mejor para procedimientos más prolongados y profundos. La frecuencia cardíaca y la respiración del niño se controlan muy de cerca porque existe un mayor riesgo de efectos adversos cuando se lo seda por completo. La mayoría de los niños también odian las agujas, lo que los padres pueden ayudar a compensar trayendo el juguete favorito del niño o distrayéndolo de alguna manera. Es importante crear un ambiente tranquilo y tranquilizador para el niño. La anestesia causará aturdimiento y confusión después, pero los efectos principales desaparecerán después de un par de horas.
No todos los niños podrán usar la sedación. Es importante informar a su dentista sobre el historial médico completo de su hijo, incluidos sus medicamentos. Para la mejor experiencia, es pertinente hable con su dentista para decidir qué opción es la mejor para su hijo.