La crianza de los hijos no viene con una guía, por lo que deja a las mamás y los papás desprevenidos solos para resolverlo. Los consejos de tus amigos, Internet, tus propios padres pueden no tener el conocimiento más preciso y actualizado. Entonces está demasiado cansado, ansioso o humillado para hacer nuestras preguntas cuando llegue al consultorio del pediatra. Los mejores pediatras son buenos para preguntarle qué hacer, pero incluso ellos pueden ser reacios a ser sinceros sobre lo que no se debe hacer con los padres. Siga leyendo para averiguar qué quiere su pediatra que deje de hacer.
1. Síntomas de Google
Es muy fácil buscar los síntomas de su hijo en Google. Pero “Dra. Google” puede ser inexacto. Él puede influir en usted y hacerle creer que su hijo tiene un crecimiento de cáncer cuando en realidad no es así. También puede convencerlo de cosas que generalmente no se basan en pruebas médicas. Es problemático, sin experiencia médica, diferenciar entre la información buena y la incorrecta que aparece cuando buscas en Google, por lo que es mejor no hacerlo. Su pediatra ha ido a la facultad de medicina durante bastante tiempo y le instamos a que preste atención a lo que dice. Sería ideal si los usa con más recursos.
2. Usar medicamentos viejos
Es completamente desaconsejable usar medicamentos antiguos, especialmente en lo que respecta a los antibióticos. Todos los antibióticos deben desecharse, incluso si queda alguna porción en el recipiente después de la fecha de vencimiento. Si por casualidad surge otra infección más adelante, los medicamentos recetados antiguos no deberían ser su preferencia. Debería considerar confiar en el mejor hospital pediátrico Coimbatore para decidir si se requiere otra prescripción y utilizar la recién recomendada y no la antigua.
3. Antibióticos exigentes
El consumo de antibióticos o cualquier medicamento recetado cuando no se requieren, con mayor frecuencia conduce a la resistencia a los antibióticos. Pronto estaremos restringidos en cuanto a los antibióticos que podemos usar para tratar incluso las afecciones menos complicadas, como las infecciones de oído. Pídale a su pediatra que le informe que el virus de su hijo en realidad no requiere antibióticos.
4. Uso incorrecto de medicamentos de venta libre
Siga la prescripción más apropiadamente. El ibuprofeno es solo para niños de medio año en adelante. Los medicamentos para la tos tienen solo 4 años y más. Su pediatra no puede sugerir una dosis de un medicamento que no sea adecuada para su hijo. Les insto a que mantengan a sus hijos seguros y eviten cualquier tipo de medicamento que no deberían tener.
5. No tomar los medicamentos según lo prescrito/no seguir el plan de tratamiento
Algunos niños necesitan antibióticos incluso después de que los médicos aclararon que no son necesarios. Mientras tanto, algunos niegan los antibióticos para su hijo, a pesar de que son necesarios. Los pediatras recomendarían el mismo tratamiento para los pacientes que recomendarían para sus propios hijos. Para la mejoría médica de su hijo, es ideal seguir exactamente lo que su médico le sugiere. No podemos saber si un tratamiento ha fallado porque no se siguió la prescripción o si no se suministró la medicación adecuada.
6. Suspender los antibióticos cuando su hijo se sienta mejor
Esto va de la mano con la resistencia a los antibióticos y con el seguimiento del plan de tratamiento. Es fundamental completar todo el tratamiento prescrito para garantizar que la enfermedad de su hijo haya sido completamente tratada y no regrese.
7. Aislar a un niño con sobrepeso
Los pediatras hablan sobre el peso en todas y cada una de las visitas y aclaran cuándo el peso del niño se está convirtiendo en un problema. Durante esta discusión, los pediatras insisten en que los padres hagan de la buena dieta y el ejercicio algo familiar. Trate de no causar que un niño sienta que está siendo señalado como si fuera el que necesita comer bien y estar activo. Realmente puede derribar la autoestima de un niño cada vez que hacemos esto. Todos en la casa deben ensayar una forma de vida sólida, independientemente de su peso. Que sea una tradición familiar.
8. Comparar a tus hijos con otros
Esto puede suceder desde la etapa infantil antes de que los pequeños se den cuenta de lo que está pasando. Numerosas mamás tienen amigas cercanas con niños de edades similares o se interesan en las reuniones de juego. Es difícil sentarse y ver a los jóvenes hacer lo suyo sin compararlos con los suyos, hay una amplia gama de normalidad con respecto al crecimiento infantil, física, social e intelectualmente. Cada niño es diferente, así que confíe en su pediatra para informarle si hay un problema real. No tiene sentido estresarse o perder el descanso por un niño cuando está totalmente bien.
9. Mentir sobre inyecciones, hisopos o análisis de sangre.
Explicarles por qué necesitan un procedimiento específico es mejor que mentirles. Por favor, no les digas que no se limpiarán ni pincharán cuando te des cuenta de que lo harán. No obligue a los pediatras a dar la noticia. Los niños deben saber que están haciendo esfuerzos únicamente por su salud. Visita el mejor hospital especialista en niños para más detalles.
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Biografía del autor:
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