Semana de la Salud Mental Infantil: Comience la Conversación


¿Sabía que del 1 al 7 de mayo es la Semana de la Salud Mental Infantil y el mes de mayo es el Mes de Concientización sobre la Salud Mental?

La salud mental es tan crucial como la salud física, no solo para los adultos sino también para los niños. La salud mental ha estado recibiendo mucha más atención últimamente que en años anteriores, y la pandemia ha exacerbado los problemas y enfermedades de salud mental de muchas personas. Se ha hablado mucho sobre acabar con el estigma en torno a la salud mental y crear lugares seguros para que las personas, incluidos los niños, hablen al respecto y aborden sus preocupaciones.

Hablar con el médico de su hijo sobre la salud mental de su hijo puede ser una fuente de ansiedad para muchos padres que no saben cómo abordar estos problemas. Otros padres pueden sentir que es su culpa que su hijo esté luchando contra una enfermedad mental o que no sepan qué es apropiado para el desarrollo de sus hijos en términos de salud mental y que no sepan cómo abordar el problema. Comenzar la conversación con el médico de su hijo puede resultar abrumador.

Aquí hay algunos consejos:

Esté atento al comportamiento de su hijo.

Si algo no parece estar bien, asegúrese de tomar muchas notas cuando ocurran problemas y presentárselas al médico de su hijo para que pueda entender lo que está pasando.

• Sea solidario y comprensivo.

Si su hijo tiene una enfermedad mental, apóyelo y comprenda esas luchas lo mejor que pueda.

• Infórmese sobre las posibles condiciones de salud mental que comúnmente afectan a los niños.

Cuanto más sepa, mejor preparado estará para hablar sobre sus inquietudes con el pediatra de su hijo.

• Comience con consistencia.

Tener una rutina para los niños de cualquier edad es clave para que las cosas funcionen sin problemas en el hogar. Es especialmente cierto para los niños que pueden tener una condición de salud mental. Sea predecible y consistente en las rutinas de su hijo y las expectativas que tiene de su hijo.

• No lo tome como algo personal.

Si su hijo está teniendo un día particularmente difícil, trate de no tomarlo como algo personal. Preste atención a los factores desencadenantes y las razones por las que su hijo puede estar teniendo un arrebato o está pasando por un período de tristeza o desánimo. Si tienen la edad suficiente para hablar contigo sobre lo que está pasando, deja que dirija la conversación y no fuerces el tema.

• Sea abierto y honesto con el médico de su hijo.

No pueden ayudarte si no les dices lo que está pasando.

• Involucre a su hijo en el proceso.

Esto podría significar investigar juntos si tienen la edad suficiente, hacer preguntas abiertas, ser respetuoso con los deseos de su hijo si no está listo para hablar y ser paciente. Escuche activamente a su hijo. Dales toda tu atención cuando te necesiten.

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