En cada año, se estima que hay uno de cada 15,000 a 20,000 infantes nacido con cáncer de ojo en los Estados Unidos. Durante los primeros tiempos, aún no estaba claro si el retinoblastoma pediátrico era causado por factores ambientales o hereditarios. Pero en la generación actual, con el avance de la tecnología, se ha descubierto que esta enfermedad se puede heredar de una generación a otra.
Según estudios recientes, el 6% de los retinoblastomas recién diagnosticados se heredaron de la generación anterior, mientras que el 94% fueron esporádicos, lo que significa que los antecedentes familiares del paciente son negativos para la enfermedad. Esta es solo una de las tres clasificaciones diferentes de cáncer de ojo infantil, siendo las otras dos bilaterales o unilaterales, y hereditarias o no hereditarias.
Otras clasificaciones de retinoblastoma pediátrico
- Retinoblastoma unilateral versus bilateral. La clasificación del retinoblastoma pediátrico cuando está afectado solo un ojo (unilateral) o ambos ojos (bilateral). Según las investigaciones, el retinoblastoma bilateral puede manifestarse en niños a una edad mucho más temprana que el retinoblastoma unilateral. Y en el número total de casos, dos tercios de los retinoblastomas pediátricos son unilaterales y solo un tercio de los casos son bilaterales. Los casos de retinoblastoma unilateral generalmente no se heredan, mientras que los casos bilaterales casi siempre se heredan.
- Retinoblastoma hereditario vs no hereditario. La clasificación del retinoblastoma pediátrico que identifica si la enfermedad tiene o no la posibilidad de transmitirse a la siguiente generación. Por lo general, aquellos pacientes con retinoblastoma que heredaron la enfermedad de sus padres tienen la posibilidad de transmitirla a sus futuros descendientes, y esto cubre aproximadamente el 40 %
de todos los casos de retinoblastoma. Por otro lado, el 60% de esos casos son no germinales, lo que significa que la enfermedad se adquirió de forma esporádica y tiene mayor probabilidad de no ser hereditaria.
Aunque un niño heredará el gen de uno o ambos padres, aún tendrá la posibilidad de no tener la enfermedad, pero esa posibilidad es muy pequeña ya que su riesgo de desarrollar retinoblastoma es del 90%.
Medidas preventivas y de tratamiento del retinoblastoma pediátrico
Hasta el momento, no existen otras medidas preventivas para el retinoblastoma excepto por examinar el ojo del niño lo antes posible para una mayor probabilidad de poder tratar la enfermedad y salvar la visión del niño.
Para el tratamiento, depende en gran medida de la gravedad de la enfermedad y si se heredó genéticamente o no. Existen métodos de tratamiento tanto quirúrgicos como no quirúrgicos para el retinoblastoma pediátrico.
Métodos no quirúrgicos:
- Quimioterapia. El tratamiento utilizado para reducir las células tumorales y suele ser la primera opción de tratamiento antes de que se consideren otras opciones.
- Crioterapia. Otro método de tratamiento no quirúrgico utilizado para el retinoblastoma cuando la enfermedad aún no es muy grave y el paciente puede mantener al menos parte de su visión. Este método se realiza congelando las células cancerosas, evitando que haga metástasis.
- Terapia Láser. Una de las últimas opciones utilizadas en el tratamiento del retinoblastoma ya que tiene un alto riesgo de dañar las células y tejidos sanos, y la posibilidad de desencadenar otros tumores fuera del ojo en casos de retinoblastoma genético.
Método quirúrgico:
- enucleación. También conocida como extracción de ojos, se realiza cuando la enfermedad es muy grave y existe un alto riesgo de que se propague a otras partes del cuerpo, o la posibilidad de salvar la vista del niño es nula.