¿Quién experimenta trastornos del procesamiento sensorial (SPD)?
¿Sabías que 1 de cada 6 niños experimenta síntomas sensoriales que interfieren con la vida diaria? Los niños con Trastorno del Procesamiento Sensorial (también llamado Disfunción de Integración Sensorial) se verán tan gravemente afectados por sus preferencias sensoriales que interfieren con su vida normal.
Hay dos tipos principales de trastornos del procesamiento sensorial que experimentan los niños y los adultos. Los problemas sensoriales generalmente se definen como:
- hipersensibilidad (sobre-reactividad)
- hiposensibilidad (falta de respuesta)
Señales de que su hijo tiene un problema sensorial. (sobre-respuesta):
Los niños que son hipersensibles se ven más fácilmente afectados por la información de al menos uno de los sentidos. Esto significa que pueden sentirse abrumados fácilmente por experiencias sensoriales que pueden no parecerles un gran problema a los demás, lo que puede provocar arrebatos, crisis o evitar ciertas tareas que pueden parecerse mucho a la ansiedad o los problemas de conducta. Aquí hay algunas formas en que la hipersensibilidad aparece comúnmente y podría parecer un problema emocional:
- Extremadamente quisquilloso con la comida
- Respuesta extrema o miedo a ruidos repentinos, agudos, fuertes o metálicos (inodoros que tiran de la cadena, tintineo de cubiertos, etc.)
- Puede notar o distraerse con ruidos de fondo que otros parecen no escuchar
- Miedo a los toques sorpresa
- Evita los abrazos y las caricias incluso con adultos conocidos)
- Parece temeroso de las multitudes.
- Evita pararse cerca de otros.
- No disfruta de un juego de etiqueta
- Demasiado miedo a los columpios y juegos infantiles
- Extremadamente temeroso de escalar o caer, incluso cuando no hay peligro real
- Tiene poco equilibrio y puede caerse con frecuencia.
Señales de que su hijo tiene un problema sensorial. (falta de respuesta):
Un niño que es hiposensible reacciona con menos fuerza a la información sensorial que otras personas, lo que significa que a menudo se siente poco estimulado y anhela más información sensorial. Estos niños a menudo se involucran en un comportamiento de “búsqueda sensorial”, lo que significa que deliberadamente intentan obtener más de las experiencias sensoriales que les faltan. La búsqueda sensorial puede parecerse mucho a la agresión o la hiperactividad, y puede ser difícil descubrir la causa raíz del comportamiento de un niño a primera vista. Aquí hay algunos ejemplos de hiposensibilidad que pueden parecerse a los síntomas emocionales:
- Una necesidad constante de tocar personas o texturas, incluso cuando no es apropiado hacerlo.
- No entiende el espacio personal cuando sus compañeros lo entienden
- Movimientos torpes y descoordinados.
- Masticar objetos con frecuencia, chuparse el dedo o morderse las uñas
- Tolerancia al dolor extremadamente alta
- A menudo daña a otros niños y/o mascotas cuando juega (Falta de conciencia de su propia fuerza)
- Moviéndose constantemente e incapaz de quedarse quieto
- Disfruta del juego basado en el movimiento como girar, saltar (juego brusco y revoltoso)
- Parece ser un “buscador de emociones” y puede ser peligroso a veces
¿Cómo puede ayudar a su hijo con un problema sensorial?
Si sospecha que su hijo tiene problemas con el procesamiento sensorial, llévelo al pediatra y a la escuela. Las escuelas pueden ayudar a los niños a ser evaluados por problemas de procesamiento sensorial de forma gratuita. Los maestros también pueden tener una buena percepción del comportamiento de su hijo en la escuela. Su pediatra puede recomendar habilidades para probar en casa antes de pedir ayuda a otro profesional.
Si decide obtener ayuda profesional para problemas sensoriales, un terapeuta ocupacional puede ayudarlo. Los terapeutas ocupacionales (OT) utilizan un enfoque basado en actividades para ayudar a los niños a procesar mejor la información sensorial y practicar habilidades para la vida. Los niños a menudo participan en la terapia ocupacional en un “gimnasio sensorial”, y el proceso es un poco como la terapia de juego en el sentido de que no es invasivo y, a menudo, es divertido para los niños. A través de OT, los niños aprenden ejercicios que pueden practicar en casa para acostumbrarse a diferentes experiencias sensoriales.