Tendemos a asociar los frenos con los incómodos años de la adolescencia, y muchos de nosotros tenemos fotos vergonzosas en el anuario para probarlo. Pero muchos padres no saben que sus hijos podrían necesitar frenos mucho antes de lo esperado. Hay muchas razones por las que los padres deberían considerar reservar una cita con un ortodoncista antes de que sean adolescentes porque los frenos no siempre son estéticos. Pueden evitar una solución más dolorosa y costosa en el futuro, o ayudar con los dientes que ya están saliendo.
Si su hijo tiene la mayoría de sus dientes definitivos y puede notar que sus dientes o mandíbula están desalineados, podría ser el momento de buscar ayuda profesional. Los niños de hasta 7 años pueden someterse a un chequeo, así que no se preocupe demasiado de que no lo tomen en serio. Muchos ortodoncistas realizarán un examen completo de la boca del niño, incluidas radiografías y control de los músculos de la mandíbula. Los niños con sobremordidas, mordidas inferiores y dientes que están demasiado apiñados o que van a crecer torcidos son una razón muy común por la que los padres eligen poner frenos a sus hijos a una edad temprana.
Hay muchos enfoques diferentes para los aparatos ortopédicos o variaciones de aparatos ortopédicos. La versión más común de tirantes incluye corchetes y gomas de colores que la mayoría de nosotros tuvimos que usar mientras crecíamos. También hay Invisalign, retenedores e incluso cascos (sí, todavía existe). Estas diferentes opciones van a depender de la boca del niño, la edad que tenga y los problemas que requieran un tratamiento especial. La mayoría de los niños pequeños no van a necesitar un juego completo de frenos para enderezar sus dientes, eso viene después. La ortodoncia para niños está destinada a ser preventiva, no necesariamente cosmética.
Muchos ortodoncistas están cambiando a un método de tratamiento de dos pasos o al enfoque interceptivo que requiere que traten el problema cuando son más jóvenes y luego lo vuelvan a tratar cuando sean un poco mayores. Mucha gente cree que al tratarlo temprano, la segunda vez será mucho más rápido y menos doloroso. Otros argumentan que cuesta más y no es tan efectivo como se prometió porque la ruta tradicional aún brinda los mismos resultados. La boca de cada niño es única y hay muchas razones por las que pueden necesitar un tratamiento temprano. Su dentista puede ser quien decida si debe ser derivado a un especialista, por lo que es mejor consultar primero con él. Puede ser difícil determinar si su hijo necesita atención dental adicional, por lo que es mejor dejarlo en manos de un profesional para ahorrarle tiempo y dinero. Si tiene alguna pregunta o inquietud, programe una cita hoy.