¿Displasia de cadera y cómo la diagnostican los terapeutas?


Según el Instituto Internacional de Displasia de Cadera, uno de cada diez bebés nace con displasia de cadera. La displasia de cadera o DDH es una inestabilidad de la articulación de la cadera. El fémur (hueso del muslo) no encaja con la pelvis como debería. La displasia de cadera a menudo se corrige sola durante la fase temprana de desarrollo, pero en algunos casos requiere terapia.

A veces, los bebés desarrollan displasia de cadera después del nacimiento. Esto se puede prevenir evitando envolver demasiado al bebé.

Algunos bebés son más propensos a tener displasia de cadera:

Bebés primogénitos. Casi 6 de cada 10 bebés primogénitos son propensos a la displasia de cadera

Bebés femeninos

Bebés nacidos por cesárea o incumplimiento del embarazo

Bebés con antecedentes familiares de displasia.

Indicadores de displasia de cadera

Si le preocupa si su hijo sufre displasia de cadera, aquí hay algunas cosas que debe buscar:

Movimiento de cadera limitado

nalgas desiguales

Caderas clicky

longitudes de piernas desiguales

Un paseo cojeando

Dolor en la articulación de la cadera

¿Cómo diagnostican los terapeutas la displasia de cadera?

Si su hijo tiene menos de 6 semanas, los terapeutas le harán un examen físico para detectar displasia de cadera. Por lo general, esperarán a que la condición se corrija sola. Después de 6 semanas, realizarán una ecografía para verificar la colocación de la cadera. Si su hijo tiene más de 6 meses, los terapeutas solicitarán una radiografía.

Si a su hijo se le diagnostica displasia de cadera, algunas preguntas que puede hacerle a su terapeuta son:

Cuáles son mis opciones de tratamiento?

¿Cómo puedo apoyar la terapia de mi hijo en casa?

¿Cómo afecta la vida de mi bebé?

Cómo tratan los terapeutas la displasia de cadera

Dependiendo de la condición y la gravedad de la displasia de cadera, su terapeuta le ofrecerá una de estas tres opciones:

Aparatos ortopédicos de abducción de cadera

Los aparatos ortopédicos de abducción de cadera generalmente se recomiendan para bebés menores de 6 meses. La idea es usar estos aparatos ortopédicos para mantener la articulación de la cadera en su lugar a medida que el niño crece para garantizar que el fémur se coloque correctamente a medida que las articulaciones continúan creciendo y formándose.

Terapia física

La fisioterapia pediátrica puede ayudar a los niños a fortalecer las articulaciones de la cadera. Y al mismo tiempo, los ejercicios de terapia ayudan a mejorar la flexibilidad de las articulaciones.

Cirugía de cadera

En los casos en que los aparatos ortopédicos y la terapia no ayuden, su fisioterapeuta podría recomendarle una cirugía para reparar la articulación de la cadera. De nuevo con la cirugía de cadera, hay tres opciones:

Artroscopia: en esta cirugía, los médicos utilizan un procedimiento mínimamente invasivo en el que reparan el cartílago alrededor de la cavidad de la cadera.

Osteotomía periacetabular: Al realizar esta cirugía, su médico reubicará el fémur en la cavidad de la cadera.

Reemplazo total de cadera: su médico recomendará esta cirugía si el desplazamiento no se puede corregir con los dos procedimientos anteriores. En este caso, la cadera se restaura en su posición correcta mediante una articulación artificial.

Si le preocupa que su hijo sufra displasia de cadera, reservar una cita con nuestro fisioterapeuta hoy.