Es posible que no se dé cuenta de que los niños pueden sufrir una enfermedad gastrointestinal como la enfermedad inflamatoria intestinal. Pero a los adolescentes e incluso a los niños pequeños se les diagnostica cada vez más esta afección crónica.
¿Qué es la enfermedad inflamatoria intestinal?
La designación Enfermedad Inflamatoria Intestinal (o EII) incluye tanto la enfermedad de Crohn como la colitis ulcerosa y se refiere a una inflamación o hinchazón anormal en el tracto gastrointestinal. La enfermedad de Crohn puede afectar cualquier parte del tracto gastrointestinal, mientras que la colitis ulcerosa solo ocurre en el intestino grueso (también conocido como colon).
Si bien se desconoce la causa exacta, la EII, como la mayoría de las afecciones inflamatorias, parece ser el resultado de una combinación de factores genéticos y ambientales, como la dieta y el estrés. La EII tiende a ser hereditaria, aunque no todos los pacientes con EII tienen antecedentes familiares. Se diagnostica con mayor frecuencia durante la adolescencia, aunque puede ocurrir a cualquier edad.
Síntomas de la enfermedad inflamatoria intestinal en niños
Además de los signos obvios de dolor de estómago y diarrea, otros síntomas de la EII en los niños incluyen:
- Heces con sangre
- Fiebre
- Fatiga
- Pérdida de peso
A menudo, la EII conduce a una mala absorción de nutrientes y desnutrición, por lo que la pérdida de peso o el lento aumento de peso pueden ser otro indicador de que algo anda mal en el tracto gastrointestinal. Otras complicaciones de la EII pueden incluir pubertad retrasada, problemas de visión, dolor en las articulaciones y artritis.
Diagnóstico de enfermedad inflamatoria intestinal en niños
El diagnóstico de EII se realiza con mayor frecuencia a través de una serie de pruebas que incluyen análisis de heces, análisis de sangre, radiografías e incluso tomografías computarizadas y resonancias magnéticas. En combinación con un examen físico y una evaluación de los síntomas, esta prueba puede ayudar a su médico pediatra a hacer un diagnóstico definitivo y recomendar el mejor curso de tratamiento.
Las muestras de heces se pueden examinar en busca de sangre y se puede ordenar una endoscopia digestiva alta o una colonoscopia para verificar si hay inflamación anormal y sangrado dentro del tracto digestivo. Ambos procedimientos utilizan una cámara pequeña que está conectada a un tubo largo, pero la colonoscopia se introduce por el ano, mientras que en la endoscopia el tubo se introduce por la garganta. Durante este procedimiento, se puede recolectar una muestra de tejido (o biopsia) y enviarla al laboratorio para su evaluación.
Opciones de tratamiento para la enfermedad inflamatoria intestinal en niños
Una vez que se ha realizado un diagnóstico de EII, hay una variedad de formas de controlar la afección y ayudar a aliviar los síntomas, aunque a menudo no es posible revertir por completo la enfermedad.
La enfermedad inflamatoria intestinal puede entrar en remisión con el manejo adecuado, y gran parte del enfoque del tratamiento es prevenir las cosas que desencadenarían un aumento de los síntomas.
Los médicos pueden recomendar el uso de varios medicamentos, como medicamentos antiinflamatorios, agentes inmunosupresores o incluso antibióticos.
Los cambios en el estilo de vida, como comer una dieta más saludable, aumentar la ingesta de agua y reducir el estrés, también pueden ayudar a prevenir los brotes. Los niños que no están creciendo como se esperaba pueden beneficiarse de suplementos vitamínicos o incluso de bebidas especiales formuladas para brindar nutrición, como PediaSure.
Las intervenciones médicas como la cirugía o la terapia enteral también pueden ser una opción para algunos pacientes.
Si sospecha que su hijo podría estar sufriendo una enfermedad inflamatoria intestinal, llámenos hoy para programar una consulta con uno de nuestros amigables pediatras certificados por la junta.