¿Qué debes saber sobre las convulsiones febriles en la infancia?





¿Qué debes saber sobre las convulsiones febriles en la infancia?

¿Qué debes saber sobre las convulsiones febriles en la infancia?

Convulsiones en la infancia

Introducción

Las convulsiones febriles son un fenómeno común en la infancia, pero a menudo pueden asustar a los padres y cuidadores. Es importante comprender qué son, cómo se producen y cómo actuar en caso de presenciar una convulsión febril en un niño. En este artículo, exploraremos todo lo que necesitas saber sobre las convulsiones febriles, desde sus causas hasta su tratamiento y prevención.

¿Qué son las convulsiones febriles?

Las convulsiones febriles son episodios de movimientos involuntarios y alteraciones en la conciencia que ocurren en niños pequeños durante una fiebre alta. Por lo general, afectan a niños de entre 6 meses y 5 años de edad. Estas convulsiones pueden ser aterradoras para los padres, pero generalmente no causan daño duradero y no indican una enfermedad grave subyacente.

Fiebre en la infancia

Causas de las convulsiones febriles

Las convulsiones febriles están estrechamente relacionadas con la fiebre alta en los niños. La fiebre es una respuesta del cuerpo a una infección o enfermedad, y algunas veces, el sistema nervioso central puede verse afectado, desencadenando una convulsión. Es importante tener en cuenta que no todas las fiebres altas provocan convulsiones febriles, y algunos niños pueden ser más propensos a experimentarlas debido a factores genéticos.

Síntomas de las convulsiones febriles

Las convulsiones febriles pueden variar en duración y gravedad. Los síntomas más comunes incluyen:

  • Contracciones musculares involuntarias en brazos y piernas.
  • Pérdida del conocimiento o alteraciones en la conciencia.
  • Respiración anormal o dificultad para respirar.
  • Ojos en blanco.

¿Qué hacer durante una convulsión febril?

Si presencias una convulsión febril en un niño, es importante mantener la calma y seguir estos pasos:

  • Coloca al niño en un lugar seguro, alejado de objetos o muebles que podrían causarle daño.
  • Voltea al niño de lado para evitar que se ahogue si vomita o tiene dificultades para respirar.
  • No intentes detener la convulsión ni introducir objetos en la boca del niño.
  • Observa la duración de la convulsión y toma nota de cualquier síntoma adicional que pueda presentarse.
  • Una vez que la convulsión haya pasado, tranquiliza al niño y llévalo al médico para una evaluación.

Primeros auxilios

Tratamiento y prevención

En la mayoría de los casos, las convulsiones febriles no requieren un tratamiento específico. Sin embargo, es importante tratar la fiebre subyacente que desencadenó la convulsión. Puedes administrar medicamentos para reducir la fiebre bajo la supervisión de un médico.

Además, existen medidas preventivas que puedes tomar para reducir el riesgo de convulsiones febriles en tu hijo, como mantenerlo bien hidratado, vestirlo con ropa ligera y mantener un ambiente fresco en caso de fiebre. Si tu hijo es propenso a las convulsiones febriles, es recomendable consultar al pediatra para evaluar la necesidad de medicamentos anticonvulsivos de uso regular.

Conclusiones

Las convulsiones febriles pueden ser aterradoras para los padres, pero en la mayoría de los casos, no causan daño duradero y no indican una enfermedad grave. Es importante saber cómo actuar durante una convulsión febril y buscar atención médica para evaluar la causa subyacente. Con la debida atención y medidas preventivas, es posible reducir el riesgo de convulsiones febriles en la infancia.